En el marco de la convocatoria a la primera versión del premio a la Mejor Obra de Arquitectura del Ladrillo 2020 – organizada por la Facultad de Arquitectura y Arte de la Universidad del Desarrollo y Cerámica Santiago-, entrevistamos al arquitecto especialista en ladrillo, Juan Cristóbal Fernández de Mas Fernández Arquitectos. El premio busca dar a conocer las obras en ladrillo a la vista de los mejores exponentes de la arquitectura nacional, así como mostrar el valor arquitectónico que tiene este recurso que forma parte de la identidad de nuestro país.
Para más información PINCHA AQUI
Conversamos con el arquitecto Juan Cristóbal Fernández, consultor de Cerámica Santiago, quien profundizó en torno a la arquitectura y al uso de este material de características nobles, que nace de un trabajo artesanal y que habla de lo nuestro, de nuestra historia como país.
El interés por ladrillo nace de la idea de mantener la nobleza de los materiales en los proyectos de nuestra oficina y debido a que considero que el ladrillo en la arquitectura sigue sorprendiendo con innovadoras aplicaciones y con múltiples expresiones. Esta materialidad con el tiempo la fuimos escondiendo al interior del muro, pero hoy, con los avances de la tecnología, está solucionando su condición térmica, lo que le devuelve la posibilidad de quedar visto en los muros estructurales de cualquier obra.
Su origen y fabricación, que aun guarda ese trabajo artesanal y habla de lo nuestro. Asimismo, que se sostiene muy bien con los avances de la tecnología para su producción. De una construccion sustentable y las demandas de reciclaje que hoy le pedimos a los materiales que utilizamos. Cuenta con un carácter universal y transversal, siendo utilizado en cualquier obra por diferente que sea su presupuesto
Principalmente por su versatilidad al servicio de la arquitectura, que parte desde un módulo mínimo terminando en un gran muro, con diferentes dibujos, maneras de trabarlo, texturas, aparejos, celosías, dobles pieles, etc.
Hoy también, expuesto en grandes obras de un alto nivel de ingenieria y mecanización a través de soluciones constructivas en seco que permiten colgarlo de edificios institucionales, ejemplo de esto es la obra de Renzo Piano en Europa. Asimismo, en un pavimento buscando una obra monomaterial o simplemente con su arcilla a la vista en los baldosines que han acompañado toda nuestra historia. Además, se puede utilizar en los cielos, demostrando su capacidad estructural a través de las bóvedas o las cúpulas, y ahora último en arcos o vigas que lo llevan al extremo de su capacidad. En Chile contamos con la mejor densidad de la arcilla, lo que permite que sea un elemento sumamente rígido. Ahora último siendo una excelente opción de envolvente para las cubiertas, cuyo mejor ejemplo son las obras de carácter monolítico, generando una mejora a la masa térmica.
Su uso ha ido ganando espacio, se ha complementado muy bien con el hormigón y ahora último con el acero, nunca perdiendo su condicion de “materia” y ahora siendo un gran aporte a la textura de nuestros muros en sus diferentes aplicaciones, trabado en escorzo, cortado en dos, en muros curvos, etc. Pero principalmente, porque ha demostrado ser un material para toda la vida.
Nacionales varios. Desde Fernando Castillo Velasco, Jaime Sanfuentes, Víctor Gubbins, Enrique Browne, Gonzalo Mardones y muchos que hoy en día nos siguen sorprendiendo con diferentes aplicaciones innovadoras.
Si claro, solo con ver su conformación a través de la arcilla que se extrae de nuestra tierra y que llena de nobleza la obra construida. Su condición de atemporalidad que lo hace ver noble a pesar del paso del tiempo. Nada más bonito que un ladrillo bien envejecido o devorado por una humedad que lo tiñe a ratos verde. El deterioro es parte de la obra arquitectonica y el material debe saber absorberlo.
A que es el mismo ladrillo el que se instala en una casa de alto estándar al que se instala en una vivienda social. Unos como muro estructural y otros solo como chapa, llegando a ser un ícono en los proyectos inmobiliarios de la década de los ’90 y representando calidad constructiva cuando aún no eramos invadidos por materiales alternativos, cuando la identidad apropiada era tema de discusión entre los arquitectos. “El Ladrillo”, como parte de nuestra expresión popular que transgrede toda clase social hasta las casas más elegantes del sector oriente de nuestra capital, rústico o industrial, lo sabe trabajar todo albañil de nuestro país, de Arica a Punta Arenas.
El ladrillo se ocupa en diversas construcciones, desde viviendas o centros comerciales. Permite una flexibilidad a toda prueba. Y por sobre todo es chileno y económico. Existe un plan de expansión de la vivienda impulsado por el gobierno, en donde los arquitectos somos parte, a través de nuestra voluntad y talento, de hacer buenos barrios para nuestras ciudades. Es hoy, con este plan, que se puede impulsar una nueva ciudad moderna, de calidad, colaborativa y de calidad en donde el material no represente segregacionismo, sino integración.
Contáctenos
|
|
* | |
* | |
* | |
* | |
*
Ingrese código:
![]() |
|
|